La vida no puede existir sin la muerte, por eso estoy aquí.
Over het werk
La cultura mexica ha trascendido por sus creencias sobre la vida y la muerte, mostrando al Señor del Inframundo; Mictlantecuhtli, quién era el encargado de velar por las almas de aquellos que morían de causas naturales. Lejos de la creencia cultural moderna, el Mictlán no era un lugar de pena y tortura eterna, sino un espacio para que las almas; después de pasar por nueve niveles probando su valía durante cuatro años y guiados por el gran perro Xoloitzcuintle; lograran descansar eternamente. Al llegar, el señor Mictlantecuhtli les recibe diciendo: “Han terminado tus penas, vete pues, a dormir tu sueño mortal”.
Los mexicas le dieron gran importancia a como se trataban los animales en vida, ya que es un perro Xoloitzcuintle quien está esperando al alma para guiarla en su recorrido al Mictlán, y éste juzgará si en verdad dicha alma fue buena en vida.
Las flores de cempasúchil son asociadas a la dualidad de la vida y la muerte, su color brillante está relacionado con el sol y la vida. Es por ello que son muy comunes en los altares y demás representaciones mexicas alusivas al día de muertos.